Te explicamos las diferencias entre fuentes primarias y secundarias
La calidad de tu proyecto de investigación depende en gran medida de las fuentes primarias y secundarias que utilices para confeccionarlo. Si quieres saber qué son y cuál es la diferencia que existe entre ellas, continúa leyendo. Además, te daremos ejemplos de fuentes primarias y secundarias para que sepas diferenciarlas.
Qué son las fuentes primarias y secundarias
Para confeccionar cualquier proyecto de investigación, ya sea un TFM, TFG o una tesis doctoral, utilizamos distintas fuentes de información. Estas corresponden a diferentes tipos de documentos donde podemos encontrar la información necesaria para validar nuestra investigación. Dichos documentos pueden ser fuentes históricas, obras de arte, u otros que permita acceder a información relevante para el tema de investigación.
Al mismo tiempo, estas fuentes de información pueden ser de diferentes tipos. Es así que podemos identificar fuentes primarias, fuentes secundarias, y también fuentes terciarias, entre las principales. Estos tres tipos de fuentes son los que pueden entregar datos más o menos fidedignos de la temática en cuestión. Por lo tanto, son los más confiables y los más elegidos por investigadores y alumnos.
En un mundo globalizado, en el cual abunda la información de todo tipo, será fundamental saber diferenciar e identificar la procedencia de los datos. Es por este motivo que, como investigador, deberás conocer a fondo las diferencias existentes entre fuentes primarias y secundarias y cuándo utilizar una u otra.
Características de las fuentes primarias y secundarias + Ejemplos
Como te comentamos, las fuentes de información poseen diferente procedencia. Por lo tanto, las fuentes pueden ser primarias y secundarias. Esta distinción se realiza en base al tipo de información presente en cada una de estas.
Veamos, a continuación, cuáles son las características y diferencias de las fuentes primarias y secundarias, seguidas de algunos ejemplos:
Fuentes primarias
Este tipo de fuentes reciben este nombre por encontrarse conformadas por información nueva y original. Además, el contenido de esta no ha sido alterado ni modificado por ningún tipo de investigador. Debido a esto es el tipo de fuente más elegida en los procesos de investigación, ya que no posee ningún tipo de sesgo en su contenido.
Ejemplos de fuentes primarias podrían ser testimonios históricos en primera persona, monografías y ensayos de autor, periódicos, revistas, artículos científicos, entre otros.
Fuentes secundarias
Las fuentes secundarias, a diferencia de las primarias, son las que incluyen documentos ya analizados y elaborados. Generalmente, este tipo de fuente proviene directamente de la interpretación de las fuentes secundarias. A partir de la interpretación de las fuentes primarias, surgen las secundarias y suelen proponer nuevas formas de información o interpretación sobre la fuente original.
Ejemplos de fuentes secundarias, podrían ser una recopilación de testimonios históricos, una crítica o análisis de la monografía o el ensayo, nota de opinión sobre una nota periodística. También puede ser considerado ejemplo de fuente secundaria una nota de opinión sobre un trabajo científico determinado.
Fuentes primarias y secundarias: ¿cuál conviene elegir?
La exigencia de la utilización de fuentes primarias o secundarias va a depender, en gran medida, de tu universidad. Además, estarán condicionadas por el tipo de proyecto que te encuentres realizando. Si estás llevando a cabo un TFM seguramente tu tutor te exigirá que utilices fuentes primarias y secundarias. Pero si, por el contrario, estás confeccionando una monografía o un ensayo, no será esencial recurrir a este tipo.
Ambas fuentes son importantes por igual. Como vimos en los ejemplos anteriores, las fuentes secundarias son útiles, ya que amplían o explican las primarias. Por este motivo, lo idóneo sería combinar ambas fuentes para confeccionar un proyecto de investigación. Recuerda que lo importante es la calidad y cantidad de las fuentes que utilices en el escrito.
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